viernes, 11 de diciembre de 2009

Post Scriptum


Te quedaste parada, como congelada. Al principio no me percaté, porque estaba muy acostumbrado a tus desplantes y a aquello que hacías de quedarte callada y no contestar mis preguntas y mirar para otro lado y estar ausente todo el tiempo y poner aquella cara de mar en calma, en demasiada calma, y no hablar más que para interrumpirme. También eran frecuentes tus gestos como de nada, los que se ponen al ver los créditos de las películas, los que quedan como único consuelo; aquellos gestos que se quedan atrapados en las gotas que se deslizan hacia arriba en los parabrisas, los que remiten al blanco y negro, pero no al blanco y negro de las películas de Bogart, sino al blanco y negro de los códigos de barras.

Es por eso que tardé unos segundos en darme cuenta de que te habías quedado de piedra. Pero literalmente. Moví las manos delante de tus ojos, que es lo primero que se hace en estos casos, pero no reaccionaste, y luego te toqué, que hacía mucho que no te tocaba y por eso la frialdad de tu cuerpo no me sorprendió, y te sacudí un poco, sin demasiada violencia, pero no hiciste nada. Era igual que cuando te besaba, que ponías aquellos labios de mármol y abrías y cerrabas la boca por hacer algo, como quien abre o cierra una ventana, para que entre el aire.

Y fue entonces, cuando me acerqué a tu boca para ver si respirabas. Fue entonces cuando comenzaste a deshacerte, cuando tu piel no fue ya más piel y todo se hizo sal que se deslizaba por mis dedos, por la silla, por el suelo. Tus ojos permanecieron, sólo para mirarme hasta el final, con aquel negro laberíntico de tu iris clavándose en mi cara, sólo para despreciarme por última vez.

Desapareciste, y ahí quedó la sal de tu cuerpo. Yo la recogí y la tiré al váter. Te lo comento por si algún día la buscas, que quizás pierdes el tiempo.


9 comentarios:

Mau Roverssi dijo...

Como la Mujer de Lot, solo que la tuya no miro para atrás... solo se fue

mariajesusparadela dijo...

Sí, sí que somos salinas a veces, las mujeres: salinas como para dejar la tierra improductiva para siempre.

Anónimo dijo...

Espero que no se te olvidara tirar de la cadena.
Un abrazo.

Nana Green dijo...

Me encanta este blog :)

Nel Morán dijo...

La sal llegó practicamente cristalina a la mar a traves de las tuberías. Justo en el momento que me bañaba placidamente. Entonces oí su llanto que me recordó a tu olvido.

ixilik dijo...

Seguro que tienes ,que echar desatascador. Dudo mucho, que termine aquí.
Como en toda buena película de terror , a la hora de los créditos, cuando estés sentado, leyendo esa vija revista.... Zasssssss!, subirá, donde saben que mas duele

Cris dijo...

Pues de la que se ha librado él...
:)

Besitos!!!

Laura dijo...

Vale mas no mirar para atras a no ser que sea para coger carrerilla

Césarockon dijo...

jajaja !! ya vi el video de colgado en tus manos <<< esta mui buenooo gracias !!


pd:que buenas letras :]

saludos !!

 
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