lunes, 28 de diciembre de 2009

Mejor así

Los dos estaban tan demasiado pendientes de sus vidas que se les olvidó mirarse cuando se cruzaron por aquel paseo de Barcelona. Él iba muy acompañado, hablando de indignaciones y de instantes varios. Ella, con la mirada perdida, caminaba hacia la reconstrucción de alguna de las cosas repetitivas que se suelen reconstruir los días de diario.

Y se olvidaron de mirarse.

Se cruzaron de nuevo, años más tarde, y esa vez a ella se le pusieron delante algunos besos. Él, más en tiempo futuro que en presente, escribía en la mente novelas siempre inacabadas –pero eso aún no lo sabía– y pasó de largo, de forma discreta, sin ruido.

Tuvo que transcurrir una década para que las anécdotas volvieran a cruzar sus caminos. Él seguía en sus asuntos, en esta ocasión huyendo de ejecuciones y esquivando opciones. Ella, flanqueada de niños, compraba helados, impartía lecciones, cogía de la mano. Y se olvidaron de mirarse.

Se encontraron otra vez, más adelante, en la época de las obligaciones y de los consejos. Ambos, de hecho, habían olvidado ya las carcajadas. Cuando se cruzaron por aquel paseo de Barcelona, ella hablaba en francés y él fumaba despacio un cigarrillo rubio; pensaba en algo relacionado con las trincheras o con los retratos del siglo XVIII. En ella no pensaba, porque no hubo ni un instante en que dejaran de olvidar mirarse a los ojos.

Y pasaron de largo. Y no volvieron a cruzarse por aquel paseo de Barcelona. Mejor así, que el deseo no está preparado para ampliarse, que la sangre no corre así de rápido, que no había tiempo suficiente para tanto agotarse, que los orgasmos siguen siendo vulgares, que los cuerpos son demasiado frágiles para aguantar el caos que les esperaba. Que el universo es sabio y que mejor así, porque ni las letras habrían podido con sus vaivenes.

7 comentarios:

ixilik dijo...

Es curioso, en mi dislexia, habia leido "que el deseo no está preparado para aplicarse". Pero le iria tambien bien a los cruzados de Barcelona

Rosa dijo...

Y cuantas cosas pasan de largo en nuestras vidas por no mirar!!, quizás no lo hagamos porque no sabemos o porque nos de miedo hacerlo, quien sabe!.
Un beso.

Amarilla dijo...

aplauso para el titulo y todas esas palabras.... casualmente hoy todo lo que he leido ha contenido una pequeña dosis de pasado con olor a frambuesa y a nicotina!

A través del espejo dijo...

No sé por qué. Pero mis recuerdos me han llevado a la zorra y las uvas.
En fin. (Me encojo de hombros).

Tristancio dijo...

No, no es mejor así...

¿Pueden ser tristes los placeres?...
La lectura es un placer triste.

Abrazo.-

Cris dijo...

A saber cuánta gente me he cruzado en mi vida a quien se me ha olvidado mirar y he perdido algo grande por ello...
Miremos.
Besos.
Feliz año.

simalme dijo...

Emocionante...las casualidades en forma de descasualidades que desunen a tanta gente que debiera estar unida.

 
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