lunes, 29 de enero de 2007

Het regent zonnestralen


Resulta que un grupo holandés (Acda & De Munnik) tiene una canción, llamada "Het regent zonnestralen", inspirada en el relato anterior... :-P.
A continuación, la traducción al inglés:

On a terrace, somewhere in France in the sun
A man is sitting, who didn’t win until yesterday
But his car got of the road by accident
Without him, without Herman
Because he just sold the car

Herman in the sun on the terrace
Reading the newspaper and sees he’s not alive anymore
His car was totally burnt
And the guy who just bought it
Was with his name in the paper

Just take a deep breath
It looks like it raining, like it always does
But it’s raining sunbeams

Just a little week ago, in a park in Amsterdam
He looked back on his life en he was shocked
He was a man who’s life was predicted
And out of all his dreams he had as a boy
Only the getting old part came true

On a seat, in the park, came the decision
Call it brave, call it escaping, but I
I’m leaving forever
A week ago from now en there again he sat
With more freedom than he whished
And he didn’t know what to do

Herman is reading the paper a hundred times
It’s really there, page eighteen, boarded in black
Normally he would keep his dreams and thoughts still
But now he was nobody, nowhere anymore
He can do whatever he wants

Herman pays the drinks and stands up
Finally he has the wind in has head again
“ I got a second chance, and that’s more than I deserve”
But if this is it…this is it
And we shall see

domingo, 28 de enero de 2007

Perfeccionismo


Después de suicidarse, compró el periódico en el quiosco más cercano, se sentó en una terraza y pidió un café. Siempre le habían gustado las mañanas de domingo. A su lado conversaba con la mirada una pareja de octogenarios al sol y una joven disfrutaba de los últimos sorbos de un chocolate (siempre demasiado espeso). Apartó una taza medio vacía, con la huella del líquido todavía caliente, los pedazos de un sobre de azúcar y una cucharilla boca abajo, y colocó el periódico sobre la mesa. Lo abrió por la sección de sucesos, página 42, y con un bolígrafo rojo se puso a corregir los errores de la crónica que relataba su muerte.

miércoles, 24 de enero de 2007

Hastío

Diciendo tequieromásqueanada, se dejaron caer con un beso y rodaron por el suelo, olvidando hoy y mañana entre saliva y suspiros. Con esta ausencia de pensamientos, les invadió el sueño treinta minutos más tarde en la gelidez de las baldosas, él dentro de ella, ella dorada de ternura, pidiendo miradas azules y besos violetas. Esperó a que ella cerrara los ojos. La apartó a un lado, se puso de pie sin dejar de observar sus comprimidas redondeces y le puso por encima un jersey. Cogió la guitarra que tenía a sus pies, ahora repara en ello, intenta recordar cuándo fue la última vez que la tocó, quizás tres meses, cinco, nunca ha sido constante, ni siquiera es bueno. El día en que decidió dejar la música, después de pasar ocho horas en la cama, a veces tocando quizás durante diez segundos, a veces durante tres, a veces durante dos, miraba al techo y se preguntaba cómo la podía querer tanto. Habían pasado quizás seis meses, ocho, diez, desde ese momento. De repente, poseído por una inopinada inspiración, salió desnudo al balcón, arrojó al vacío su guitarra y volvió a la gelidez de las baldosas y al calor de su humedad.

domingo, 21 de enero de 2007

Mediocridad

El octavo pecado capital frunció el ceño. No entraba en sus planes quedarse fuera. Incluso la pereza, descartada en los pronósticos, lo había derrotado. Era pronto para realizar las funestas cábalas de una más que probable desaparición, pero el panorama no invitaba a ser optimisma. Frente a él, la lujuria y la envidia, triunfadoras, se fundían en un abrazo que la gula empapaba divertida con espuma de cava, mientras la avaricia y la soberbia seguían contemplando el premio con ojos libidinosos. La ira, que lo sostenía entre las manos, había olvidado incluso su razón de ser y reía eufóricamente. El octavo pecado capital decidió no continuar atormentándose con el espectáculo y huyó de las miradas acusadoras que, segundos después, ya cuestionaban su existencia. Sabía, en efecto, que si renunciaba al suicidio le esperaba un destino de eterna mediocridad.

martes, 16 de enero de 2007

Solo


Los dos dedos, índice y corazón, palpitaban en medio de un charco de sangre, espesa, casi sólida; oscura, casi negra. Las manos del público dejaron de aplaudir y una voz femenina lanzó un grito de horror que silenció elogios, bravos y sonrisas. Por un segundo, tal vez dos, todo se paralizó; el último plato de la batería no vibró más, el foco siguió apuntando al virtuosismo del pianista, el dry martini se quedó en los labios, empalidecieron las brasas de los cigarrillos. Con un acompasado automatismo, las miradas fueron encuadrando la escena, primero desde los corrillos formados en las mesas, después desde la barra, desde el escenario. El contrabajista dejó caer su instrumento. Giró la muñeca y se puso la palma de la mano delante de la cara. Qué buen solo.


lunes, 15 de enero de 2007

Amor filial


"Toda mi infancia no fue otra cosa que una época de desesperación. Mis padres no me querían y yo tampoco los quería. No me perdonaban el haberme hecho. Si existe el infierno, y naturalmente que existe el infierno, dijo, entonces mi infancia fue el infierno, la infancia es el infierno, dijo, da igual qué infancia sea, es el infierno. La gente dice que ha tenido una hermosa infancia, pero sin embargo fue el infierno. La gente lo falsifica todo, y falsifica también la infancia que tuvo. Dice: tuve una hermosa infancia, y sin embargo sólo tuvo un infierno. Cuanto mayor se hace la gente, tanto más fácilmente dice que tuvo una hermosa infancia, cuando sin embargo no fue otra cosa que el infierno. El infierno no va a venir, el infierno ha sido, dijo, porque el infierno fue la infancia".


Thomas Bernhard (Maestros antiguos)



Vuelvo a Bernhard y me encuentro con este fragmento de odio infinito, no carente de ironía, como sólo él puede expresarlo, versión moderna del críacuervos. Salir del agujero de la infancia y no volver nunca a él. Casi no hay más que hijos de padres amargados. Evidentemente, murió sin descendencia en 1989, aunque escribió 19 novelas y 17 obras de teatro, vástagos que nos dan satisfacciones a quienes los leemos.


domingo, 14 de enero de 2007

La ciudad doliente


En la puerta estaba escrito “Por mí se va hasta la ciudad doliente, por mí se va al eterno sufrimiento, por mí se va a la gente condenada”. Al leer tal aciaga indicación, el hombre dudó. Miró el resto del mensaje con una distraída rapidez, obviando detalles que, concluyó, no tenía por qué conocer. Miró el reloj. Aún quedaban unos minutos. Volvió a comprobar que lo llevaba todo, con éxito. La puerta, hasta entonces cerrada de forma hermética, se movió y dejó salir horribles blasfemias, quejidos de tortura, suspiros y un olor a sudor rancio y seco. El hombre dio un paso atrás, pero, consciente de que no había posibilidad de huída, inspiró con todo el diafragma, apretó las manos y pronunció varias veces las palabras “Debes aquí dejar todo recelo; debes dar muerte aquí a tu cobardía”. Hacía calor, pero nada comparable al que salía de más allá de la puerta, una descarga húmeda de combustión que se le agarró a la columna vertebral y le impidió respirar por un segundo. La boca se le secó y comenzó a pasar la lengua una vez más por los labios. Se habría tapado las orejas con dos tapones de corcho para no oír los lamentos. Movió la cabeza arriba y abajo, izquierda y derecha, subió y bajó los hombros, cerró los ojos y abrió la puerta de par en par. Una voz femenina le recibió: "¿finalmente se apuntará a aerobic o a spinning?"

The beginning of a beautiful friendship


Hoy se cumplen cincuenta años de la muerte de Humphrey Bogart.

“...Amaba la vida. Vida quiere decir su familia, sus amigos, su trabajo, su barco. No se imaginaba prescindiendo de ninguna de estas cosas, de manera que hasta el final siguió planeando lo que haría cuando se pusiese bien".


Y hoy empiezo a escribir en este blog animado por las efemérides. ¿El comienzo de una gran amistad, Louis? Pues ya veremos; yo soy más excéptico que Bogie. Quizás esté más cercano a ese Woody Allen de Sueños de un seductor que alucina con Bogart.

As time goes by...

Prefacio


"Cuando el sol asoma sobre las lomas, la hora celeste llega a su fin. La niebla se ha disuelto, las beatas están sumidas en éxtasis, los noctámbulos duermen, los canillitas han repartido los diarios, los obreros trepan a los andamios. La luz desvanece el mundo mágico del alba. Los gallinazos sin plumas han regresado a su nido".
Julio Ramón Ribeyro.


Amanece...

 
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