sábado, 3 de mayo de 2008

Epidermis

Dicen que la artista tiró el último lienzo por la ventana y se pasó a la piel porque no encontró tela provista de la belleza que necesitaban sus pinturas. Dotaba a los cuadros de una parafernalia luminosa que recordaba a la luz de Manhattan reflejada en el East River, y de un hálito glacial que una vez hizo estallar por dentro a uno que los miraba a escondidas. En la piel, su propia piel, descubrió un hábitat como un césped mojado, donde todo lo que dibujaba cobraba vida y leía libros y fumaba cigarrillos con boquilla y tomaba café con cucharilla. Como la mujer morena de su brazo derecho (Carmen, se llamaba), que retenía en sus ojos todas las miradas ajenas y le chivaba a la artista quién iba a ser su próximo amante. O el diamante de sus omoplatos, en el que, cuentan, se podía ver el futuro. Y, normalmente, hacía reír.

Llegó un momento en que la artista sólo tenía que soñar para que se marcaran en su piel rosas, la diosa Diana, frascos de perfume con olor, vírgenes descaradas, loros que jugaban con su pelo y sangre saliendo de la nariz.

A su última exposición fueron 5.000 personas. Ella yacía desnuda en mitad de una sala de paredes blancas, y danzaba al ritmo de música de Leonard Cohen, descubriendo Washington, y una madre y un hijo, y ninfas durmientes. Creo que fue con Winter Lady cuando dos que pasaban se enamoraron de ella, deseando que el próximo sueño fuera suyo.

Pero ella está pensando en mudarse de piel y dejar de soñar. Ahora quiere aparecer en otros sueños y fumar cigarrillos con boquilla en las epidermis ajenas. Y tomar café con cucharilla. Y, por qué no, jugar a predecir el futuro.

P.S. La autora del fantástico dibujo es Carolina Calle Sandoval

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Es precioso el dibujo, cierto :). Y el texto también.

a.

Mon dijo...

Felicita a tu compañera de mi parte porque sí que es maravilloso el lienzo.

A tu pregunta: es uno de entre los varios que me han gustado.

Anónimo dijo...

Qué lujo ser amigo de los dos, tanto tuyo como de Carolina.

José Bermúdez.

Anónimo dijo...

La mujer del dibujo me recuerda a otra cuyo nombre empieza por A y sus apellido por M. Qué cosas!!

MdA

Anónimo dijo...

No cabe duda de que no existe mejor lienzo que la piel. En ella se marca todo lo vivido por quien la viste, pero también por quien la pinta.
Me ha encantado.
Y felicito también a la dibujante.

Anónimo dijo...

Felicidades a ambos.

El texto como siempre me ha encantado y el cuadro precioso.

Un beso

manuel_h dijo...

¿y si no te gusta el resultado del cuadro, y te dan ganas de tirarlo?

Eva dijo...

Genial, como siempre.
El dibujo es estupendo.

Madame Vaudeville (Chus Álvarez) dijo...

Me ha encantado. Lo leí por la atracción que produjo en mí la ilustración, pero el texto me ha parecido muy bueno. Un besazo, mago de las palabras

 
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