5 formas de despertarse en domingo (y VI)
No era la primera vez que le decían que hablaba en sueños. Era como si intentara escapar hacia la consciencia con un grito. Palabras borrosas, monosílabos sin sentido, como de historias degolladas, restos de argumentos de hacía horas, delirios idénticos, dignos de epitafios de sanatorio mental. Pero esa vez de su garganta salió un verbo de rabia, un chillido que exigía atención, como a punto de romper en llanto.
Joder.
Gritó.
Él se sacudió sobresaltado y el verbo le provocó dolor de cabeza. No se atrevió a despertarla. Le pareció un crimen hacerlo, a pesar de que el alarido le había resucitado en el peor momento, prendiendo una mínima e injusta chispa de rencor. Al mirarla le pareció que sonreía, no de forma falaz, sino con toda la cara. Dios, tenía una cara preciosa, a pesar de las horas.
Joder.
Gritó.
Y ella experimentó lo más cercano a una revolución en los huesos y se movió y se despertó del todo. Por un momento se cruzaron los ojos. Pero no se dijeron nada, ni la tontería de los buenos días. Sólo se tocaron como para tener certeza de estar juntos.
Joder.
Gritaron.
6 comentarios:
De todas las 5 (y 6) formas me quedo con esta.
¡Joder!
¿Qué escribo yo ahora?
A veces solamente necesitamos el contacto para sentirnos seguros. Sin palabras, sólo la piel.
Besos
Yo quiero!
Esta forma de despertarse sentará cátedra, fijo :)
Si alguna vez me despierto con "joder" y gritando espero que sea de otra forma no dicha aqui...
Publicar un comentario