domingo, 18 de mayo de 2008

Fundido

Se cruzaron muchas veces. Ella bajaba el paseo de Gràcia; él lo subía. Ella siempre caminaba con andares despreocupados, fijándose en los escaparates, pensando en lo que quedaba por venir; él se sacudía la americana, comprobaba que la cartera siguiera en su lugar, calculaba el tiempo de los semáforos. Y la buscaba entre todos, la miraba y seguía su camino. Se dio cuenta de que estaba enamorado cuando, la 129ª vez que la veía, por primera vez se cruzaron sus ojos. Se quedó estático, alucinado, conmocionado, y la bolsa de la FNAC que llevaba se le cayó al suelo. Ella no se paró a ayudarle; sólo se le escapó una sonrisa y se ajustó el escote. Él, avergonzado, mientras recogía los libros del suelo, habría querido desaparecer, estar en medio de un fade-out.

Y las casualidades de la vida hicieron que su deseo se cumpliera. No fue de forma inmediata, en unos segundos, sino que duró unos días. A la mañana siguiente, su silueta se había comenzado a difuminar y el aire que lo rodeaba había adquirido unos tonos más oscuros. A las 48 horas, esa oscuridad progresiva se le había pegado a la piel. De hecho, en su oficina se comenzó a rumorear que tomaba rayos UVA, porque el abril de este año no había traído todavía rayos de sol. Tres días después, incluso la ropa parecía más oscura, como de color café.

Cuando había pasado una semana, sólo quedaba de él un rectángulo de color negro en el que empezaron a mostrarse unos títulos de crédito. Comenzaron con una frase de dedicatoria, esa misma mañana, mientras subía el paseo de Gràcia.

14 comentarios:

Patrice dijo...

Quién era el que decía que había que tener cuidado con lo que se deseaba?
Pues eso...
Pobre chico, ahora que estaba enamorado.

Yo soy fans de lo que viene siendo Quim Monzó y me apasionan los temáticos también.

Lo que es un beso te mando.

Anónimo dijo...

Tranquila Patrice, renacerá de aquí cuatro meses cuando se dé cuenta de que ella no es lo que esperaba.

manuel_h dijo...

¿como era aquello de cuidado con lo que deseas?

Otro relato buenísimo!!

nota: Esto podría parecer una copia del primer comentario, el de patrice, y a lo mejor lo es, pero de alguna manera extraña, porque no había leído el texto de patrice cuando escribí el mío, y cuando lo leí y fui a borrar mi comentario, un ataque feroz de pereza me lo impidió; aunque bien mirado, me habría costado menos escribir, por ejemplo, que qué peligroso es enamorarse... Y ya puestos a copiar con desparpajo, yo también mando un beso, pero para la visitante de los rizos que recorre estos días Barcelona en metro.

La Maga dijo...

"Caminábamos sin buscarnos, pero sabiendo que caminábamos para encontrarnos." La maga se mudó a Barecelona.

Felicidades por tu blog, me ha encantado.

Prisamata dijo...

estas cosas pasan

Fernando García-Lima dijo...

Desde luego, Patrice y Manuel H., vaya telepatía la vuestra, sí.

Manuel, la visitante de los rizos te vuelve sana y salva.

Angie dijo...

Ay Fer, fundida me he quedado yo..
vamos, que casi me difumino..

muy bueno.. y quizá ahora tenga más miedo que nunca a enamorarme de aquellos que me cruzo por Barcelona.. menos mal que mi ruta por Paseo de Gracia se resume a unos pocos minutos, si no...

un besazo!!

Anónimo dijo...

Tal vez el rectángulo siga teniendo corazón & pueda desear algo distinto, aunque alomejor ya no se cumple...

Pase por aquí, reconozco que paso de vez en cuando a leerte & esas miradas que se cruzan siempre son agradables asique me fue imposible no decir nada.

CuiiDate

Patrice dijo...

Sí, estas cosas pasan, desde luego... Y -aunque sea imposible- hay que intentar ser prudentes, porque a lo mejor nunca volveremos a ser los mismos después de tan solo una mirada...

Manuel H., menuda conexión!

simalme dijo...

A veces es más vida el arte que la vida.

Anónimo dijo...

Javi Hernández:
Hola amigo. No tiene nada que ver con el artículo, pero he encontrado esto en la red y creo que te va a hacer gracia verlo. Mira este enlace

http://www.agencia-de-comunicacion.es/consultoria-de-comunicacion/agencia-de-relaciones-publicas/el-equipo/

Anónimo dijo...

Yo soy experta en difuminarme.
De hecho, no me asusta ya.
Lo tomo como una excusa para pintarme de nuevo, con rotuladores cada vez más jodidamente fuertes.

Amelie Poulain dijo...

A saber que libro llevaba entre manos!! :P

Pues menos mal que no dijo: "Tierra trágame!" Tendríamos otro socabón en Gràcia :S

Tranquilo si esto es como en "Regreso al futuro" en cuanto le llamen "gallina" y bese a la chica... vuelve otra vez al formato de carne y hueso.

Anónimo dijo...

Yo también tengo una historia similar que sucedió por esas fechas, en ese mismo lugar, también por pura casualidad:

"En mayo del siguiente año, le convocó sin palabras, en su mente. Y las casualidades de la vida hicieron que su deseo se cumpliera: al fin, le vió, tal y como había imaginado.
Iban de luto los dos. Ella subía el paseo de Gràcia; él lo bajaba.
Se cruzaron. Ella le miró. Dudó un instante, pero enseguida supo que era él… Él también titubeó, quizás porque no la reconocía, o tal vez porque intentaba escabullirse… Al final se acercó y se dieron dos besos. Tuvieron una conversación breve, fría, de cortesía y aparente normalidad.
- Me alegro de haberte visto- le dijó él, y ella no se lo creyó.
Y la sangre brotó de la herida dormida, tiñendo de rojo todo a su alrededor. Y algo más se rompió por dentro. Y se confundió la rabia con la tristeza y el deseo. Y se llenó la noche de recuerdos."

 
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