domingo, 2 de marzo de 2008

Elecciones

Unos minutos antes de finalizar el recuento, se fue la luz. Se oyeron gritos, cristales rotos y líquido derramado. Recuerdo que yo estaba junto al candidato y que lo último que vi fue su sonrisa falsa, sabedor como era del fracaso y de que habría que esperar cuatro años más para intentarlo de nuevo. Si el partido seguía confiando en él. Pero la organización no es amante de las segundas oportunidades. Y mucho menos en una situación en la que el margen había sido de más de veinte puntos, algo inaceptable. Lo lógico es que dentro de unos días aparezca su cadáver, descuartizado, en el maletero de un coche.

El apagón parecía general. A tientas llegué a una ventana y me asomé a las tinieblas del exterior, donde sólo las luces de los coches iluminaban la calle y se habían silenciado los vítores y los gritos de resignada alegría. Ahora se oía un murmullo de confusión y podían verse lumbres de cigarrillos, pantallas fluorescentes de teléfonos móviles y la llama de algún mechero.

Tal y como estaba previsto, al final de la calle aparecieron los tanques. Saqué mi pistola y le pegué dos tiros a la frente del primero que se cruzó en mi camino. No sé quién era, porque ni siquiera yo puedo distinguir las caras en la oscuridad. Me salpiqué con un poco con la sangre. No me importó. Es lo bueno de dar golpes de estado por la noche. La sangre, negra, es más estética.

7 comentarios:

Mon dijo...

Siempre he dicho que la ira reprimida del subconsciente es mala ... pero bueno, no te preocupes que los propios miembros del partido se encargarán de no renovar su candidatura. No hará falta que la sangre llegue al río.

No obstante, creo que a todos se nos ha pasado alguna vez por la mente liquidar a algunos candidatos.

Menuda pxxxxx para los que están en la mesa electoral tener que volver a recontar las papeletas ! Yo este año me he librado !!

Anónimo dijo...

Lo peor de un golpe de estado es que no hay segunda vuelta para nadie. El muerto de la sangre negra(según creo recordar) era yo mismo; pero te perdono. No había futuro
Saludos

adictaacruzarenrojo dijo...

La sangre...negra y elegante...y el golpe de estado...si...mejor de noche...como eso de comer gatos...

Un beso rojo(o negro,a tu gusto golpista)

pd: tuiene usté mi permiso y mi bendición...;)

Leuma dijo...

Impactante y duro, seguro que en algún lugar también verídico. Muy bueno Fer, besazo

Ebichu dijo...

Estoy hasta el coño de las elecciones, a ver si se pasa pronto y nos dejan entrar.
Por cierto, adictaacruzenrojo, yo también coincido contigo en que no hay nada mejor como comrer gatos de noche.

Un beso a todos.

Eva dijo...

El aburrimiento se ha instalado en la vida política, qué falta de propuestas y de ilusión....

No me extraña la reacción del protagonista. Yo después del debate me entraron ganas de empezar a pegar tiros.

Muy bueno el relato, as usual.

Besos del color que quieras.

manuel_h dijo...

¿importa de quién es la sangre en un golpe, o sólo que se vea bien, aunque sea negra?

 
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