Café
Al contrario de lo que piensa la gente, las noches en el café no son más largas. Me gusta estar en el café, contando mi día o mis días a algún camarero. Son tiempos en los que escasean las buenas historias y estoy seguro de que agradecen un alivio de la realidad como el que les proporciono. De hecho, el otro día, no recuerdo muy bien cuándo, uno, aquél de la voz de cadáver, me hizo una pregunta. Quien hace una pregunta es porque está interesado. Si no, hace el imbécil. O es demasiado amable. Pero son tiempos en los que escasea la gente amable. Y más en el café.
Paso más tiempo en el café desde que llegué a la conclusión de que no necesito pasar el tiempo con nadie. No necesito a nadie. Ni siquiera a aquel camarero de la voz de cadáver y sus preguntas. Tampoco a la de la trenza desordenada que me rellena el vaso. Eso no quiere decir que nadie me necesite. Al contrario. Hubo una época en la que yo era muy necesario. Puedo decir que el frágil equilibrio que me rodeaba dependía, en gran parte, de mis decisiones. Todo era como un papel de fumar en el que yo ponía el tabaco. Lo liaba y lo encendía. Más tarde tiraba las cenizas.
Sí, era grato que se tomaran molestias conmigo, que se preocuparan por mí. El dolor era más tolerable de esta manera. Pero era muy difícil no romper nada. Aquí, en el café, me da igual romper cosas. Ayer tiré al suelo una jarra de cristal, de ésas con el asa de plástico negro. La de la trenza desordenada me miró mal. El camarero de la voz de cadáver me preguntó quécoñohaces. Le respondí con un disparo a la cabeza. A la de la trenza sólo pude darle en el hombro. Y gritos. ¿Por qué tienen que gritar? Después, cuando me dispararon a mí, no grité. Sólo caí de rodillas. Feliz.
Me gusta estar en el café.
Paso más tiempo en el café desde que llegué a la conclusión de que no necesito pasar el tiempo con nadie. No necesito a nadie. Ni siquiera a aquel camarero de la voz de cadáver y sus preguntas. Tampoco a la de la trenza desordenada que me rellena el vaso. Eso no quiere decir que nadie me necesite. Al contrario. Hubo una época en la que yo era muy necesario. Puedo decir que el frágil equilibrio que me rodeaba dependía, en gran parte, de mis decisiones. Todo era como un papel de fumar en el que yo ponía el tabaco. Lo liaba y lo encendía. Más tarde tiraba las cenizas.
Sí, era grato que se tomaran molestias conmigo, que se preocuparan por mí. El dolor era más tolerable de esta manera. Pero era muy difícil no romper nada. Aquí, en el café, me da igual romper cosas. Ayer tiré al suelo una jarra de cristal, de ésas con el asa de plástico negro. La de la trenza desordenada me miró mal. El camarero de la voz de cadáver me preguntó quécoñohaces. Le respondí con un disparo a la cabeza. A la de la trenza sólo pude darle en el hombro. Y gritos. ¿Por qué tienen que gritar? Después, cuando me dispararon a mí, no grité. Sólo caí de rodillas. Feliz.
Me gusta estar en el café.
10 comentarios:
Sí, era grato que se tomaran molestias conmigo, que se preocuparan por mí. El dolor era más tolerable de esta manera.
Un final soberbio:O
Es la primera vez que entro. La verdad es que me ha gustado mucho leerte.
Francesca
¡Cómo absorbe la soledad hasta tragarse literalmente a uno...! De contar sus días a un extraño, a no necesitar a nadie... a únicamente desear ese disparo que, al fin, le regale algo de felicidad.
Empecé a leer en gris y terminé la historia en negro.
Un saludo.
yo siempre me pongo de espaldas a la pared del fondo, uno está harto de sorpresas!
Joder, casi titulo "Café" mi último texto, y definitivamente, leyendo el tuyo (y pensando en el mío), no sé si el café sea el mejor brebaje ni el espacio más adecuado para los solitarios. Aunque los efectos del que sirven en el tuyo son más letales.
Me gusta el café fuerte... y las palabras que parecen balas.
Saludos.-
Hola, al igual que tú, participo en los Premios 20 Blogs, aunque en la categoría de mejor blog en versión original. Está en gallego, pero se entiende.
Sólo te pido que visitas el blog http://alareiramaxica.blogspot.com/ El blog toca diversas temáticas y tiene además mucha música y enlaces.
Si después, crees que soy merecedor de tu voto pues vótame. Sino, no me votes.
Recuerda que no te puede gustar lo que no conoces, así que prueba, sólo prueba, a visitar el blog
Un saludo y te deseo mucha suerte en los Premios a ti también.
P.D. El blog cuenta con un servicio de traducción español-gallego arriba de todo, donde dice “español
Te felicito por tus escritos por el buen gusto que tienes eligiendo las ilustraciones con los que los acompañas, estoy encontrando a mucha gente que escribe de lujo, te he visto desde 20 minutos y como mañana ya se acaban las votaciones del concurso estoy visitando blogs e invitando a algunos a que le echéis un vistazo al mío, mi blog está en la categoría de deportes ( voy 2º) y se llama Cayecaturas, mezcla deporte y humor y espero que si después de verlo consideras que es el mejor en deporte le des tu voto, al menos visítalo y me dices que te parece.
Saludos y caricaturas
Caye
www.cayecaturas.com/blog
Parece que no es el mejor refugio del mundo. Suenan las campanas en esta casita del centro y no sé por qué me acordé de ti y de tu hipotética llegada.
Cuídese y sonría
Joder tío....(en el buen sentido)
Me das la dirección de ese café?
Besos rojos psicópatas...ya sabes...
A veces parece ese el único momento de verdadera tranquilidad que nos queda.
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