jueves, 16 de octubre de 2008

30


Treinta años después se volvieron a encontrar. Para él fue un alivio comprobar que ella también había envejecido, que no era una extraterrestre ni una diosa ni una mujer al margen del tiempo. Se te ve bien, le dijo, a ti también, ¿cuánto tiempo ha pasado? mucho, y después frases de esas que sirven para esquivar intensidades (in)deseadas. Después se despidieron, adiós, que vaya bien, te llamo.

Antes de que ella abriera la boca, él ya se había percatado de que continuaba siendo la misma, de forma indiscutible y excepcional. Cuando le miró las cejas y observó que una seguía elevándose antes que la otra; y cuando se removía el pelo y el pelo adquiría consistencia de chicle y el chicle se pegaba y despegaba, y se estiraba y se rompía por el centro y más tarde hacía globos que estallaban en la nariz. Así hasta treinta globos.

Antes de que ella le dedicara una mirada, él ya se había percatado de que continuaba siendo la misma horrible máquina de aniquilar genios. Cuando se fijó en su boca y observó que seguía reclamando; y cuando sacaba la punta de la lengua y la lengua se mostraba de forma farsante y se volvía a esconder para aparecer de nuevo y estrangularlo hasta dejarlo vacío de aire y de razón; o casi, porque al final lo soltaba para volver a asfixiarlo. Así hasta treinta veces.

Antes de que ella hubiera aparecido, él ya se había percatado de que continuaba siendo la misma, en definitiva, a fin de cuentas, desde luego y sin más. Cuando la miraba y no estaba y seguía sin estar y pasaba el tiempo. Así hasta treinta años.

11 comentarios:

Fauve, la petite sauvage dijo...

Y por otros treinta más aún, y que se siga percatando.
Besos; muchos, hoy.

Isabel Tejada Balsas dijo...

Me encantó, así de sencillo :O

Ameliepinup dijo...

..me gustan esas cosas de las personas que permanecen a lo largo del tiempo, es usted un romántico. :D

Besitos!!

Diego dijo...

Al final, su ausencia pasó a formar parte de su esencia. Terrible. Creo que es un error reencontrarse con un viejo amor. Un abrazo.

Miss Morpheus dijo...

Tienes una manera de narrar única. Con chispa.

¿Por qué siempre sonrío cuando te leo?

Un beso.

simalme dijo...

Es tan corto el amor y es tan largo el olvido (más de 30 años)

Myriam M dijo...

"Antes de que ella hubiera aparecido, él ya se había percatado de que continuaba siendo la misma, en definitiva, a fin de cuentas, desde luego y sin más"

Creo que la visión que nos formamos de una persona es lo que perdura, es la única manera de sobrevivir o sobremorir a un buen/mal desamor... gracias por contarlo

Anónimo dijo...

me gustó mucho mucho...tiene un punto dulce, un punto amargo

Anónimo dijo...

Me gustó mucho mucho...tiene un punto agridulce le da un toque mas así

Fauve, la petite sauvage dijo...

Qué amor ni qué ocho cuartos; la amiga es esa amiga que todos tenemos y que va siempre a nuestro lado, o detrás, sólo a veces no la encontramos y la vemos cambiada, pero también igual; es buena y es mala, es bondadosa y cruel, es afortunada y desafortunada, nos quiere y nos odia, nos mima y nos maltrata, pero ojalá no se separe de nosotros nunca o, mejor dicho, cuando tenga que ser, será, pero que sea lo más tarde posible y que nos trate mejor aún de lo que merecemos, para lo cual también tendremos que allanarle un poco el camino, cada vez más empinado.
Y, sobre todo, que no se pierda nunca el chicle ni los globos.

manuel_h dijo...

la misma, e incluso mejorada. El tiempo es un jodido traidor!

 
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