Ícaro (II)
Mi experiencia viajera de agosto, teñida de pérdida de maletas, retrasos interminables y registros vejatorios, me obliga a ser insistente en el asunto aeroportuario (remember: Ícaro): con respeto hacia los presos de Guantánamo, en el aeropuerto -y, por extensión, en el avión- los derechos humanos no existen. Os dejo con las palabras de Michel Houellebecq:
“Coger un avión actualmente, sea cual sea la compañía o el destino, equivale a que a uno lo traten como a una mierda durante toda la duración del vuelo. Encogido en un espacio insuficiente, cuando no ridículo, del que es imposible levantarse sin molestar a los vecinos de asiento, a uno le reciben de entrada con una serie de prohibiciones que las azafatas se encargan de anunciar enarbolando una falsa sonrisa. En cuanto subimos a bordo, lo primero que hacen es apoderarse de las cosas de todo el mundo para encerrarlas en los portaequipajes, y nadie vuelve a tener acceso a ellas, bajo ningún pretexto, hasta el aterrizaje. Durante todo el vuelo, se las arreglan para multiplicar las medidas vejatorias e inútiles, haciendo que cualquier desplazamiento, por no decir cualquier acción, resulte imposible, salvo las que entran en un catálogo restringido: degustación de refrescos, vídeos norteamericanos, compra de productos libres de impuestos. La sensación constante de peligro y la inmovilidad forzada en un espacio limitado provocan un estrés tan intenso que algunos pasajeros han muerto por culpa de una crisis cardiaca durante vuelos de larga duración. La tripulación se las apaña para aumentar al máximo el estrés al prohibirnos combatirlo con los medios familiares. Nos vemos privados de cigarrillos y de lectura y, cada vez con más frecuencia, de alcohol”.
Plataforma, Michel Houellebecq
11 comentarios:
Y qué razón tiene.
Las medidas excesivas para nuestra protección nos convierten en los primeros sospechosos y presos de nuestro miedo.
Con tu permiso voy a pedirte prestado este texto para mandárselo a mi jefe que sufre estas adversidades tan a menudo.
Besos!!
I "Todos somos contingentes" se sentó en el suelo del aeropuerto a comerse un chicle de Mojito mientras veía pasar a las gentes, que recogían la felicidad del retorno al hogar sus maletas en perfecto estado..."La seguridad inteligente ahorra tiempo"....Hijos de la gran puta!!
Mavi, tuyo es. Seguro que a Houellebecq no le importa, mientras lo cites. Espero que a tu jefe le guste. Besos
Dama... qué te voy a decir que no sepas, compañera de fatigas... Que me uno en el insulto a la TAP, a la seguridad estadounidense, a AENA, a los aeropuertos de Newark, Lisboa y El Prat y la madre que los parió. Menos mal que las maletas llegaron :-)
tremendo el Houellebecq, para que luego digan que viajar en avión es seguro...bueno la verdad es que eso es lo más seguro, es todo lo demás lo que es peligroso.
le van a poner a los aviones unos cartelitos que digan
VOLAR EN AVIÓN MATA
como el tabaco
Parece que de comer chicles para ventilar los oídos vamos a tener que pasar a ansiolíticos especiales viajes aéreos, por supuesto que no vayan en botes de cristal :), un beso
Muy bueno el texto que has elegido...pero ¿ningún comentario para Lagunair? :-P
a¿No sabías que la tortura psicológica es otro de los mecanismos de lucha antiterrorista?. Tantas trabas, registros, retrasos, pérdidas de maletas y otros sucedáneos son elementos disuasorios a tener en cuenta. O desistes o corres el riesgo de perecer por desesperación o aburrimiento.
:P
Supongo que se podría mirar (siempre buscando el lado bueno claro) se puede pensar en esto una vez terminadas las vacaciones no?? bendito invierno hasta los huevos de estudiar y/o trabajar, libre de aeropuertos y facturacién de paciencia.....(vaaaale, no sirve....jajajajaj)
Un beso rojo rojo rojo
Con Houellebecq tengo una relación de amor/odio, pero por esta vez le doy un premio, el que sea, está hablando en nombre de tooodos nosotros, del desasosiego que se produce em cuanto pisas un aeropuerto y de como llegas tu destino vacacional con auténtico cabreo ! :-)
Besos
Y mi vuelo transocéanico que casi llega... Lo pienso y me duele cabeza (me tendré que mantener ojos/mente fijos en el destino, para no arrojarme por la salida de emergencia :p) No bromeo, lo veo venir :p
Ninguna atadura habría podido impedir que Ulises se fuera tras las sirenas si su viaje hubiera sido en avión.
un abrazo!
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