jueves, 12 de abril de 2007

Venganza (Clásico revisitado número 1)

El día amaneció llorando a gritos. Yo le dije que no podía acompañarlo, pero el tipo insistió, sacó un revólver y me lo puso en la mejilla, sí, como en las películas, que a mí me venían a la cabeza escenas de Scorsese, de Walsh, de Huston, de Kitano, que tiene gracia, porque dicen que la vida pasa por delante de tus ojos, pero en mi caso pasó el cine, y no es que haya vivido a través de las películas, pero en mi caso pasó el cine. Claro que le acompañé, qué iba a hacer, con una pistola en la cara, levanté las manos y por poco me meo en los pantalones, y así fui delante de él por el pasillo hasta la habitación de la vieja. Allí estaba, como siempre, apoltronada en la cama, con la máscara de oxígeno, la manta de lana y el gato haciendo sombra, que es lo único que hace en todo el día el animal. Olía a podrido, como si se hubiera abierto una alcantarilla, que me subió una náusea y todo. La vieja nos miró como si ya se lo esperara, o bien estaba nocaut, quién sabe, y con la cabeza señaló el espejo, uno de esos grandes con marcos de madera. La vieja se pasaba horas mirándolo, hablaba con él y le hacía preguntas extrañas sobre lo guapa que era, que de guapa no tenía nada, era pura pasa. Y luego todo pasó muy rápido, que dejé de notar el frío del cañón y ya se estaban oyendo disparos. A mí me salió caer de rodillas y cerrar los ojos, no pude hacer otra cosa, era la única forma de escapar de todo eso, que pensaba que el tipo estaba tirando contra mí, que no fue así, porque cuando aquello se calmó me levanté y allí estaba la vieja muerta y el gato aplastado contra la pared. El espejo, roto, claro, hecho añicos. Una carnicería, vamos. Y del tipo aquel, ni rastro, que seguro que echó a correr como espíritu de Satanás.

- ¿Podría describirlo?

Pues no se lo va a creer, pero yo diría que su piel tenía un tono azulado, como de noche americana.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja pero q bueno eres cuando quieres jajajaja y despues de eso se convirtio de nuevo en sapo y vivió realmente feliz jajajaja

Fernando García-Lima dijo...

Pues no: se convirtió en perdiz y se lo comieron, que estaban siempre dale que te dale con las perdices.

manuel_h dijo...

me encantó lo de pasar el cine por su mente!!

Fernando García-Lima dijo...

Gracias, Manuel! Es que creo que a mí me pasaría lo mismo... Demasiadas pelis, me parece. Me tengo que relacionar más :-D

 
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