sábado, 4 de julio de 2009

Despedida


No sé si te acordarás, pero el último beso que nos dimos fue en la Gran Vía. El otro día pasé por allí y me quedé mirando la parada de metro. Me quedé esperando un par de minutos, a ver si salías, qué tonto, si tú nunca has salido de esa parada de metro.

Iba a ser una despedida fugaz, no sé si lo recuerdas, porque a mí nunca me han gustado las despedidas, pero acabamos construyendo como un microestado independiente durante dos, tres segundos. Podrían haber desaparecido las esquinas y las embajadas, que ahí nos habríamos quedado, en nuestra república, en nuestro desierto. Luego creo que te dije hasta la vuelta, o algo así, ya nos veremos, porque convenía hacerlo así, porque siempre he hecho las cosas que convenían. Y nos fuimos y ya está. Y luego mis asuntos y tus asuntos y unos cuantos anuncios de cigarrillos rubios.

Sí, he vuelto a fumar. Fumar me distrae de ti y de esta ola de calor, y así no paso por la Gran Vía.

No siempre, va por rachas. No soy de noches en vela ni de conservar olores en cajas de zapatos, pero lo de pasar por la Gran Vía va por rachas. Miro la parada de metro como si la reconociera. Incluso me siento en un banco, me sacó de la mochila un libro y hago que leo, y hago que escribo en los márgenes y me muerdo el labio superior. Gesticulo de forma interesante. Y miro a la parada de metro, como si fueras a aparecer en algún momento. A ver si sales.

Dirás que por qué te imagino allí y no en mi cama, en el baño o en la puerta de mi casa. Seguro que te encoges de hombros mientras lo dices. Creo que es porque conviene hacerlo así. No sé si te acordarás.


8 comentarios:

simalme dijo...

Precioso...siempre se hace lo que conviene, aun a costa de lo más importante...

Sofía B. dijo...

Si a mi me escribieran algo así bajaba corriendo las escaleras de la parada de Gran Vía, aunque fuera sólo para poder salir...

Besos

A través del espejo dijo...

Yo lo llamo "el síndrome de Zhivago": Me paso toda la vida haciendo lo correcto, y cuando me hago libre por dentro, y corro hacia ti... a ver la película, que Julie Christie lo merece.
Un saludo de Viktor Hipolítovich.

Terapia de piso dijo...

Como si en ese momento la vida se hubiese detenido en un plano paralelo.

Un abrazo, Fernando.

José Roberto Coppola

Carmen dijo...

me parece hermoso recordar una mujer en la boca de metro de gran vía.

Majo dijo...

Melancolía... y precisamente en Madrid, ciudad para la que tendrán que pasar años hasta que me decida a volver...

Molts besets, Fer.

Liliana G. dijo...

Tu mundo, un mundo compartido con los recuerdos y esa maravillosa manera de dejar grabadas las imágenes con tus palabras.
Precioso, Fernando.
Un cariño inmenso.

Andrea dijo...

Qué bonito, si se lo dices a alguien, asegúrate de que lo lea, y si no, enhorabuena por esta bonita sensibilidad que nos enseñas. Un beso!

 
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