miércoles, 11 de julio de 2007

Rutina


"Vamos, Thérèse, reanímanos ––dijo Cardoville––; ya ves que las antorchas están apagadas, hay que encenderlas de nuevo"
Justine o los infortunios de la virtud

Las celdas están hechas para corroer destinos, como habéis hecho con el mío, querida. Agarró el cinturón de la hebilla de cobre macizo y azotó su espalda, casi muriendo de placer. Se acercó a su amada y, mientras le mordía los labios, tiró de las cuerdas que fundían silla, mujer, silla, mujer. ¿No puede apretar más?, le espetaba desafiante. Con ojos enfermos de cólera y pestañas incendiadas por la visión, se saltó estaciones intermedias. Flageló, aulló, blasfemó con furia, hasta que le vino la fiebre. ¿No puede pegar más fuerte?, le azuzaba retadora. La devoró a chupetones, la acarició con lija, la masturbó con un caimán amaestrado y la golpeó con el Ulises. Sólo tedio.

- Déjelo, es inútil, parece como si se hubiera olvidado de excitarme bien. Desáteme. Lo siento mucho, Marqués, pero creo que la fuerza se le va por la pluma.

15 comentarios:

Liška dijo...

Disparó la llamada de la sangre y el infortunio se hizo suyo, era él el fustigado y amarrado, el humillantemente entregado al placer... a ella, a ella le faltó no valerse en las provocaciones, no valerse en su reto y desafío... rutina.

Quizás la magia está en incendiar una mirada, que una simple caricia sea suficiente para atar el deseo del uno al otro... que otro día sea un escote y otro besar la nuca, sutil al vuelo, libre... sin condición.


Mis caricias a la magia de tus letras Fer

Leuma dijo...

Pues Justine se vengó bien del Marqués, toda una vida encerrado por demente. Y es que el sadismo no lleva a buen puerto..., un beso

lila dit ça dijo...

pues un buen golpe con el ulises tiene que ser cosa fina.

leuma, lo siento pero no estoy contigo, es como decir que los macarrones no llevan a buen puerto...sólo es cuestión de gustos

peregrina dijo...

Fer... jajja el texto es una perla, el desenlace tan real ( me ato los dedos para no contar nada).
Sólo cabe destacar la excelencia de tu post y no olvides que no hay peor navaja que la lengua de una mujer.
Un abrazo!

Anónimo dijo...

La excitación siempre me ha parecido un estado mental. Es muy fácil abstraerse. De hecho, llegado a un límite, por insoportable que parezca, incluso el dolor se hace llevadero.

"Una cárcel llega a ser un amigo" decía Emily Dickinson. La insensibilidad está a la vuelta de la esquina, sólo es cuestión de practicar.

Genial tu texto.

Un beso.

Eva dijo...

Hola Feeeeeeeeeeeeeeeeeeer!

Mira lo que he encontrado, por si te interesa:

http://www.pompasdepapel.com/nuevoParticipanteForm.php?certamen=3

Smuacs

Anónimo dijo...

¿Se reencendieron las antorchas?

:-)

manuel_h dijo...

La gente no acaba de entender que no todos los días puede uno estar en plenas facultades. Hoy, por ejemplo, hace muchísimo calor!

(tengo que volver a ver Belle de Jour)

Gwynette dijo...

Pobre marqués de Sade, no tenía el día...- lo de golpearla con el Ulises, ya es heavy metal- :-)

Saludos

Angie dijo...

Igual al final habría que buscar el placer en la pluma y dejar de lado el sadismo..
si es que a todo se acostumbra uno..

besos!

Fernando García-Lima dijo...

Circe, crucemos los dedos para que ese incendio dure... No siempre es así, a pesar de los besos en la nuca y los escotes. Besos.

Leuma, el sadismo llega a buen puerto sólo si es consentido por ambas partes. En el caso de Justine, no era así. Un beso.

Lila, Gwynette, es cierto: con lo del Ulises me he pasado. Sólo leerlo ya tiene un punto de masoquista :-)

Peregrina, muchas gracias! La mayor violencia, la más cruel, tiene la palabra como instrumento, estoy de acuerdo. Un abrazo.

Sirenita, tienes razón, todo es relativo, incluso el dolor, cuando llega la excitación. A lo mejor es el secreto de los fakires, quién sabe. Muchas gracias y un beso.

Fernando García-Lima dijo...

Eva, siempre competitiva... :-) A lo mejor en esta ocasión te hago caso y participo. Besicos.

Sweetcide, lamentablemente para Justine, sí. A ella no le parecía buena idea, al menos es lo cuenta. Pero tantos infortunios son sospechosos: en el fondo le iba la marcha.

Manuel, no dejes de verla otra vez. Te sorprenderá de nuevo. Buñuel es lo que tiene.

Angie, puede ser que sólo fuera un mal día del Marqués, como dice Manuel... A la rutina, eso sí, es difícil acostumbrarse. Siempre queda la insatisfacción que provoca la ausencia de novedades. ¡En la variedad está el gusto!. Besos

Liška dijo...

Trabajando en hechizos; caricias sopladas, colores con sabor a mar y pinos, una sonrisa, una lágrima que bebe el presente de un destino...

... tienes toooooda la razón ;-)

mis besos reflejo de tu sol

Anónimo dijo...

Hay que tener mucho cuidado con ciertas prácticas, se pueden escapar de las manos y al final volverse en contra de todo el placer que con ellas provocan. Justine ya nunca será como antes al igual que el Marqués.
Me da pena Justine, evidentemente, pero también el Marqués que está atrapado, o no?
Todo tiene su proceso.
Todo acaba, nada es eterno
Saludos Fer.

El Marqués.

adictaacruzarenrojo dijo...

Creo que la frustración del pobre marqués pudo ser incluso mas excitante que lo deseado en un principio...
Muy bueno, si señor...
Un beso rojo( sin sangre e? que yo soy muy delicada...jaja)

 
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