domingo, 11 de marzo de 2007

Teoría de la relatividad


Los títulos de crédito de la película de hoy comienzan como todos, con los nombres de los actores más conocidos del reparto; el director aún no tiene el carisma suficiente como para firmar la película como autor y precederlos del modo “A film by…”; el director va al final, y las letras que dibujan su nombre no son más grandes que las del productor o las del productor ejecutivo, sino que se camuflan entre el resto y sólo destacan por ser la culminación del resto, con ese “Directed by” sobreimpresionado en la primera secuencia, del que el espectador desea una difuminación inmediata para poderse introducir en la acción; el argumento comienza con un planteamiento tópico, de A a B; se desarrolla con un nudo convencional, de C a D; y acaba en Z como si no pudiera culminar de otra forma más previsible. Por un momento parecía que podía terminar en Y o incluso en H, y más tarde en AB de nuevo, pero el desenlace es en Z. Narrador equisciente, a veces deficiente. La vida en tercera persona del singular, sin antagonistas, cómplices ni adyuvantes. Sin apenas conflictos y giros narrativos, un midpoint mediocre, un clímax ausente. Fundido a negro y títulos finales. El público, sin embargo, parece entusiasmado y se va sonriendo a continuar su rutina de mordeduras de cuello, disparos homicidas, mutilaciones en masa, genocidios, rituales orgiásticos, llantos desconsolados, suicidios, secuestros, atentados y risas flojas.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

El público, sin embargo, parece entusiasmado y se va sonriendo a continuar su rutina de mordeduras de cuello, disparos homicidas, mutilaciones en masa, genocidios, rituales orgiásticos, llantos desconsolados, suicidios, secuestros, atentados y risas flojas.

¿Y a ti qué te entusiasma? ¿Hacia qué te irías sonriendo? :D

Fernando García-Lima dijo...

Viendo esa película no me entusiasmaría, desde luego. Y no me iría nunca sonriendo a la rutina, sea cual sea.
¿Qué me entusiasma? Los comentarios inteligentes, entre muchas otras cosas.
¿Hacia qué me iría sonriendo? Hacia una mordedura de cuello, por ejemplo, mientras no sea rutinaria. :-)

Anónimo dijo...

Me interesa eso de la mordedura de cuello! podrías explicar un poquito más? Es que si lo dejas ahí uno puede imaginarse taaaantas cosas...

Anónimo dijo...

A un amante del control, la estabilidad y la planificación deberían gustarle las películas de principio A y final Z (y los libros de Dan Brown) ;-P

Besos de la s a la d,

a.

Anónimo dijo...

Jeje. El control, la estabilidad y la planificación llevan a la rutina. Y sería una lástima perder una sonrisa bonita.

Copio a a.: Besos de no recuerdo qué letra a V. :P

(La anónima que te está dando hoy trabajo extra es RP.)

Fernando García-Lima dijo...

Pues la mordedura de cuello puede ser vampírica, perruna, pulposa; y que sorprenda. Y puede ser activa o pasiva. Que Van Helsing se quede en casa esta vez.

Fernando García-Lima dijo...

Y besos de la W a la Ñ, marcha atrás y sin frenos.

Anónimo dijo...

Sí, pues la mordedura así presentada sigue siendo ambigua.

¿Los besos de "marcha atrás" para quién son? :D (que sea para mí, para mí, para mí, para mí...!)

RP.

Fernando García-Lima dijo...

Ya que tanto pides besos, toma más, esta vez de la J a la X y de la Y a la K, marcha atrás, hacia delante, saltándome semáforos y sin mirar por el retrovisor.

Anónimo dijo...

Y aquí decía que esos besos me parecen brutales, que para otra persona que los acepte :P

Que yo me voy a Birmania!!! y que no quiero llevarme en el equipaje letras atropelladas!!!

RP.

(Cuando vuelva seguro que tendré mucho que leer por aquí!!! Sigue así!!)

Fernando García-Lima dijo...

Ah, de ahí el primer comentario de "Prefacio".
¿Birmania? ¿De vacaciones o a vivir allí?

Anónimo dijo...

Jo, qué listo eres. Me encanta.

Fernando García-Lima dijo...

Uy, esa ironía... :-P

 
Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.