viernes, 20 de agosto de 2010

Liberación


Al abrir la botella de Cabernet Sauvignon, pop, de su interior salió un genio.

[Tuve tan claro que era un genio porque si abres una botella y de ella sale un hombrecillo misterioso, ¿qué va a ser si no?]

La verdad es que mucha pinta de genio no tenía. Vale, era un señor pequeño y con aspecto algo mágico, pero no era como aquellos genios de las lámparas maravillosas, esos seres majestuosos, medio desnudos, tocados con turbante y dotados de una voz atronadora. Éste era calvo, con gafas, y estaba vestido con un traje gris y una corbata negra. En efecto: más bien parecía un contable; hasta llevaba una calculadora en su mano derecha, con la que, tras atusarse el traje y colocarse las gafas, se puso a hacer una suma. Al acabar, pronunció, por fin, palabra.

- Sí, en total llevaba doce años metido en esa botella. Por cierto, que sepas que el momento óptimo de consumo del vino se ha pasado. Lo siento mucho. Adéu.

Un momento, le dije, entiendo que usted es un genio, y un genio debe conceder tres deseos a quien lo libere, ¿no es cierto?

- Se equivoca usted, querido liberador. Esto era antes de la firma del convenio colectivo de 1883. Después de ese momento, los genios no estamos obligados ni a tener bigote ni a conceder deseos a aquéllos que nos quiten el yugo de la esclavitud, artículo 13, párrafo 2. Así que, sin más, me despido, no sin antes desearle un muy buen día.

Y se fue. Yo me bebí el vino que, ciertamente, ya no estaba en su momento óptimo de consumo.

Eso o que el genio, durante su estancia en el Cabernet, había aprovechado para orinarse en el capital.

De todas formas, me lo bebí.


4 comentarios:

Carmen dijo...

esta liberación me ha parecido brillante

buen día

Madame Vaudeville (Chus Álvarez) dijo...

Una genialidad de liberación :)
Un abrazo

Tristancio dijo...

Muy bueno, sí señor... aunque yo creo que el geniecillo ese estaba borracho.

Saludos.-

Terapia de piso dijo...

Hay liberaciones que se dan desde las coincidencias.

Saludos, Fernando.

José Roberto Coppola

 
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