Esferas tornasoladas
“En la parte inferior del escalón, hacia la derecha, vi una pequeña esfera tornasolada, de casi intolerable fulgor”
El Aleph. Jorge Luis Borges
Al comenzar a llover, se despegó de la almohada manchada de saliva. Miró más allá del ventanal del autobús, salida de socorro, y se sintió diminuto y oscuro en medio de una marea lunar. Vayan saliendo, gritó el conductor como sólo los conductores de autobuses saben hacerlo; de un modo grotesco, parece que se les va a reventar la garganta y los pedazos van a seguir torturando los tímpanos. Abrió la puerta. Llegó el éxtasis, la corte del neón, todo el mundo llega tarde en esta ciudad sin puestas de sol, donde está prohibida la horizontalidad y huele a ruido y a colesterol y los pies parecen subir una interminable escalera de caracol y las miradas viajan hacia la difuminación. Las conversaciones, lánguidas, obligan al consumo perenne –emo ergo…– y no hay calidez en los besos y los guiños siempre provocan. Deprisa, deprisa, que hay cola, chillan. Una pistola dispara, un viejo se muere, una luz se apaga, pero nadie se percata y los corredores siguen bebiendo su café de plástico. Hay tantos que seguro que existen dos iguales. Resopló. ¿Una isla vacía? Más tarde quizás. Ahora le apeteció alquilar un palco aquí. Welcome.
El Aleph. Jorge Luis Borges
Al comenzar a llover, se despegó de la almohada manchada de saliva. Miró más allá del ventanal del autobús, salida de socorro, y se sintió diminuto y oscuro en medio de una marea lunar. Vayan saliendo, gritó el conductor como sólo los conductores de autobuses saben hacerlo; de un modo grotesco, parece que se les va a reventar la garganta y los pedazos van a seguir torturando los tímpanos. Abrió la puerta. Llegó el éxtasis, la corte del neón, todo el mundo llega tarde en esta ciudad sin puestas de sol, donde está prohibida la horizontalidad y huele a ruido y a colesterol y los pies parecen subir una interminable escalera de caracol y las miradas viajan hacia la difuminación. Las conversaciones, lánguidas, obligan al consumo perenne –emo ergo…– y no hay calidez en los besos y los guiños siempre provocan. Deprisa, deprisa, que hay cola, chillan. Una pistola dispara, un viejo se muere, una luz se apaga, pero nadie se percata y los corredores siguen bebiendo su café de plástico. Hay tantos que seguro que existen dos iguales. Resopló. ¿Una isla vacía? Más tarde quizás. Ahora le apeteció alquilar un palco aquí. Welcome.
14 comentarios:
Valió la pena la espera (cibernética)
:)))
"Al principio la creí giratoria; luego comprendí que ese movimiento era una ilusión producida por los vertiginosos espectáculos que encerraba.". Parece que el espejo te ha enseñado un mundo interesante viendo el mapa superior de esa ciudad. Bienvenido Fer, un placer tu post, Beso
Estaba deseando leer tu primer post producto del viaje. Y ha superado mis expectativas, es soberbio. Un placer tu regreso.
Bienvenido.
Un beso.
Se te echaba de menos.
Menos mal que has vuelto!
Bienvenido Fer! Te deseo una buena rentrée!
Besos esféricos y tornasolados! ;)
¡Muchas gracias! Un placer volver aquí, aunque signifique también mi aterrizaje en el mundo real.
Besos
Welcome back! Te sentaron bien las vacaciones (se lee ;)
Diox, qué foto! Qué foto!!! Por cierto, chicos, se os echa de menos!! Para cuándo una reunión alcoholizada (previa ingestión de sushi) de revisionado de fotos, puesta en común de impresiones, lamento por las cuentas corrientes vacías, y por supuesto, dos micrófonos! Besazos!
Oh! Has vuelto!! ¿Qué tal Nueva York? Ya veo que te ha dejado bastante melancólico ;-)
realmente apetece alquilar un palco aquí!
Jo! Maldita sea! Yo iba a decir lo mismo! Me quedo con vosotros en ese palco!
Es fantástco, Fer. Nada más und nada menos.
Anónima Mente
Fer, bienvenido, lamento que se hayan terminado tus vacaciones pero me alegro de poder contar con tus relatos.
Besos
Tengo ganas de ir y saber si es cómo lo pintas. Parece demasiado vacía, ¿no?
Ya se te echaba de menos... y sí, tenía unas ganas tremendas de que volvieras y escribieras algo denso y fuerte como lo sabes hacer, como cuando dejas la boca un poco seca...
Yo diría a veces esferas trastornadas...
Un beso rojo (que tal por salamanca?????) ;)
Ese sitio es el más increíble del mundo. Lo mejor de New York... A que sí? Qué magia.
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