Miedo
Qué miedo el teléfono.
Y la gente, y el color blanco de mi oficina y la ausencia
de ti.
Qué miedo las causas del desastre y estar solo entre
tanto plástico y qué miedo pasado mañana.
Qué miedo las respuestas y el sudor y las horas y el
paisaje extraño.
Me da miedo la supervivencia precaria de lo reconstruido,
el calor de guardería, la luz de ahí afuera que tanto deslumbra. Y la mirada
vaga, los pretextos y los tiroteos, el ruido que cesa a las seis y cuarto, la
reina de corazones y la versión definitiva.
Y qué miedo la extensión de cuatro cifras y el dolor de
decir cualquier cosa.
Y, sobre todo, qué miedo yo.
1 comentario:
... sí, qué miedo.
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