domingo, 16 de enero de 2011

Asesino en serie

Ser asesino en serie en la realidad no es tan aparente como en el cine. En las películas el psicópata normalmente vive en una casa unifamiliar con jardín y entierra a sus víctimas en el jardín de la parte de atrás o, en su defecto, en el sótano. Antes las tiene encerradas en una habitación insonorizada y aprovecha para practicarles todo tipo de maldades.

Eso, en el cine, porque aquí todo es más cutre. Cuando me da por matar a alguien tengo que hacerlo rápido, porque si no se enteran todos los vecinos del bloque de pisos. Y si lo quiero hacer con un poco de parafernalia, como manda el canon del perturbado, me encuentro con dificultades, ya que en 50 metros cuadrados poco se puede hacer: ni ceremoniales satánicos, ni bailes en ropa interior femenina ni destripamientos masivos. Imagínense de los accesorios que necesitaría si se me ocurrieran montajes relacionados con los siete pecados capitales, zodíaco o tarot, por ejemplo.

Nada, nada.

A matar a palo seco.

Pero lo de armas blancas, ni soñarlo, porque los cuchillos del IKEA no cortan una mierda, y el descuartizamiento lo tengo prohibido por mi mujer, porque lo dejaría todo perdido y no está el patio como para dejarse el sueldo en tintorerías. Conseguir en España una pistola es más que complicado. Esto no es Kansas. Así que me queda el asesinato por golpe mortífero en la nuca, que no viste nada.

Además, en la puerta de al lado viven unos colombianos que ponen la música muy alta y no me dejan oír los gritos de mi amada cuando la torturo. Y matar escuchando

Gavilla, rompe el suelo con la pantorrilla.

Chiquilla, esta noche estas en la mirilla.

No tiene glamour ninguno. Vamos, que lo dejo, que para desahogarme mejor me meto a guardia urbano. Adiós.

5 comentarios:

Isabel Tejada Balsas dijo...

si es k ir pá ná...

Tristancio dijo...

Vamos, que hasta los asesinos en serie lo tienen mal en estos tiempos de crisis. Y hasta para ser psicópata se necesita ser rico, y mansiones y todo eso... en fin, que menos mal que no se me da eso de ser un asesinillo en seriecilla (que como al prota, no me daría pa' más).

Saludillos.-

ixilik dijo...

Además como demuestren que tu asesinato es un plagio. Tendrias que pagar a la SGAE derechos de autor.
De todas foramas puedes ariesgar y alquilarte un chalet. Piensa, que con los platós de television posteriores puedes cubrir los costes del capricho

Salomé dijo...

Jajajaja. Me ha recordado a un corto fantástico que vi hace mucho.

Busca en youtube "El asesino de la cuchara". ¡Es fantástico!

Cris dijo...

Uy, yo vivo en 45 metros y te aseguro que se pueden hacer muuuchas cosas...
:)

Besitos!

 
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