Propósito (II)
Ya sé cuál es mi propósito de año nuevo, y no obedece a ninguna lógica hot o revolucionaria, a las rigideces burocráticas, a paradigmas indescifrables o a anacrónicas resonancias mentales. Es un propósito que deja atrás las humedades microscópicas y las estalactitas, que le da igual no hacer la compra o dejar de limpiar el grifo del lavabo con el antical.
Mi propósito del año nuevo no implica revisar credos, realizar transferencias o hacer abdominales. Pasa de sacar la basura y de arreglar el aire acondicionado, de irse a dormir antes de las doce y de desayunar fruta, cereales y jalea real. Incluso prescinde de rebeldías y de órbitas inflexibles, de leer ensayos filosóficos y de integrarme en las vanguardias artísticas.
Tampoco va de hacer flash-backs o de entrar en circuitos hedonistas.
Y no suscitará indignación ni se revelará como mecánico o totalitario, porque no tiene nada que ver con el humo ni con la era del consumo ni con épocas apocalípticas ni con uniformización de comportamientos; ni siquiera con tomar iniciativas, informarme, criticar la calidad de los productos, hacerme análisis de sangre o mantenerme joven.
2011 sólo es para jugar contigo.
8 comentarios:
Feliz Año nuevo (a estrenar) :)
tú sí que sabes .^
Los deseos más sencillos suelen ser los mejores.
Que juegues mucho!!
Besos
Juguemos pues ...
Vale, de acuerdo... sabio me parece,
Buen año!!
Que al momento que para la diversión o ganas de jugar, nos morimos (y para qué morir al inicio de un año no?)
Saludos,
Alejo
Intentare jugar conmigo mismo, para el 2011
El problema es.... que no se jugar sin hacer trampas
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