domingo, 20 de junio de 2010

Perspectiva


“Cuando Juan salió al campo, aquella mañana tranquila, la montaña ya no estaba.

La llanura se abría nueva, magnífica, enorme, bajo el sol naciente, dorada.

Allí, de memoria de hombre, siempre hubo un monte, cónico, peludo, sucio, terroso, grande, inútil, feo. Ahora, al amanecer, había desaparecido.

Le pareció bien a Juan. Por fin había sucedido algo que valía la pena, de acuerdo con sus ideas.

- Ya te decía yo – le dijo a su mujer.

- Pues es verdad. Así podremos ir más de prisa a casa de mi hermana.


Max Aub, Algunas prosas y otras

3 comentarios:

Salomé dijo...

Porque las cosas más simples son las que te sacan una sonrisa de los líos más liados.

:)

mariajesusparadela dijo...

Demasiado.
El hombre y la mujer.

Rosa dijo...

Que sencillo-rural-entrañable y fuera de este tiempo-mundo te ha quedado!!

Me gusta.

Besos

 
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