viernes, 14 de mayo de 2010

Casey Station (II). Cristalización


No es la primera vez que muero de frío. Esta sensación que me invade no me es desconocida.

En verdad, ahora que soy de cristal me parece que lo he sido siempre. La única diferencia es que este color gris ahora está libre de matices. Ahora se acerca sin titubeos, sin compartir la pena, a la transparencia. Soy de cristal. Como lo he sido siempre. Pero ya no se me aplican filtros. Precisamente ahora, que me había resignado a ello.

Lo prefiero así. Ahora me siento libre de pena. Estoy al margen del asco, soy, más que nunca, un convidado de piedra en esta procesión hacia el óxido. Me concentro en la muerte, me sumerjo en ella. Me siento líquido y luego sólido y luego líquido.

Muero de frío y me da igual la belleza, no me importa su nombre. Tampoco apresuro el paso, no me avergüenza. Ya nada hace estragos, ni a golpe de martillo.

No es como unas náuseas. Esto no me coge por sorpresa. Es más bien como contar hacia atrás, buscando el cero en pleno espejismo.

Ahora que me muero de frío, que soy de cristal, me olvido. Por fin, consigo olvidarme.


3 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Si hay tanto frío, morirás con una sonrisa.

cleopatra dijo...

¿Por qué el frío está solamente en la muerte?

ixilik dijo...

Cuanto tarda en llegar el verano y su calor.
Cada día mas fríos , mas sordos y mudos, a mi alrededor noto que todos se van helando, como si esta vez el frío fuera a ser eterno. Secos de maderay cristal.
Qien prenderá de nuevo el calor, que nos desordene en mil direcciones atomicas?

 
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