viernes, 12 de marzo de 2010
"Pero a Daniel, el Mochuelo, le bullían muchas dudas en la cabeza a este respecto. Él creía saber cuanto puede saber un hombre. Leía de corrido, escribía para entenderse y conocía y sabía aplicar las cuatro reglas. Bien mirado, pocas cosas más cabían en un cerebro normalmente desarrollado. No obstante, en la ciudad, los estudios de Bachillerato constaban, según decían, de siete años y, después los estudios superiores, en la Universidad, de otros tantos años, por lo menos. ¿Podría existir algo en el mundo cuyo conocimiento exigiera catorce años de esfuerzo, tres más de los que ahora contaba Daniel? Seguramente, en la ciudad se pierde mucho el tiempo -pensaba el Mochuelo- y, a fin de cuentas, habrá quién, al cabo de catorce años de estudio no acierte a distinguir un rendajo de un jilguero o una boñiga de un cagajón. La vida era así de rara, absurda y caprichosa".
Miguel Delibes, El camino.
El libro con el que aprendí a leer.
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6 comentarios:
:_)
Pero mi favorito siempre será "La sombra del ciprés es alargada".
:(
Pues ya somos dos
:'(
Pues yo no sé si quedarme con "la hoja roja", porque dudo al recordar "mi idolatrado hijo Sisí" ( del que nadie habla) y "los santos inocentes", al que inmortalizó , no solo su autor , sino también Francisco Rabal...
Fu, y la muerte del tiñoso. Y milana bonita. Y sí, señorito...
Que buena elección has hecho!!!
Besos.
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