Aquí, el mar
Aquí no había ya más que buen tiempo, sin motivos para la sonrisa. Sólo el sol por las mañanas, por lo que el mar se fue a otros lugares, con actitud distante y presentando, incluso, una factura a la que había descontado el IRPF y sumado el IVA.
No digo que nos tuviera que prestar atenciones - aquí se le ha hecho trabajar de día y de noche-, pero nos dejó con la entraña encogida, después de tantos años, aquí, el mar.
Nos quedamos secos, a pesar de la lluvia ocasional.
Como despedida, un poema:
“El mar también elige
puertos donde reír
como los marineros.”
Que ni siquiera era suyo, que era de otro.
6 comentarios:
Qué mar tan cortés.
ni suyo,ni mío,ni tuyo... de algún otro.
Vaya con la mar (serena).
un besito
El mar tiene tantos poemas para elegir entre todos los que hablan de él...
Besos!
Así, sin despedirse ni nada???. Que vacio, no??
Yo me imagino que una mañana me levantara y en vez de el mar tuviera un erial y ohhh que horror!!, ahora si en su lugar me dejase verdes montes igual no le llamaba canalla.
Besos.
A ver si hay suerte si viene hacia el secano.
Besos
Has visto al mar marcharse! Corre! es un sunami!
No te fies de él, aunque facture con IVA, nunca se dió de alta en autonomos, y aunque diga que marchó a otros puertos, ninguno le querrá, en todos hizo alguna vez daño
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