domingo, 3 de enero de 2010

Invierno: notas a pie de página

1

El invierno no está hecho para el amor, ya lo dijo Ángel González, que buscando las esquinas se nos pierden los momentos, porque ya no quedan bancos ni orillas de los ríos. Tu piel se eriza y no hay besos que valgan. “Te noto fría la punta de la lengua”, me comentas a pie de página; que nadie se entere, aunque la gente se apresura más para llegar a los sitios y no está para historias apuntadas en los renglones. Corren encogidos y mirando para abajo, rodeados de helada, como si hubieran descubierto su conspiración y corrieran a refugiarse de la ley en algún soportal.

2

Quizás el invierno está hecho para el amor espiritual, para querer de forma cortés, sin buscar puntos erógenos; para escapar de la naturaleza y encontrarte con palabras, huyendo del tacto. Aunque qué raro resulta así, que hasta los suspiros tienen pinta de vapor de agua.

3

El invierno es una estación extracorporal, donde las células estorban, diría yo, si no están rodeadas de cuatro paredes. Lo pensé cuando te vi temblar mientras arrancabas el coche y repetías qué frío. Daba la sensación de que afuera, entre la niebla, se libraba una guerra a navajazos.

4

En invierno mi tacto se vuelve principiante. Quiero decir más principiante aún.

5

En invierno tus notas a pie de página se congelan y esperan durmiendo al deshielo en el que navegaré, acurrucado sobre una tabla.


6 comentarios:

Rosa dijo...

Me ha gustado tanto como lo has descrito y que apoyes tu texto en las palabras de Ángel González que casi llego a estar de acuerdo contigo, pero no, o por lo menos no del todo porque yo no estoy hecha para el amor, ni para nada, en verano. Será que vivo en el sureste y por aquí los inviernos son amables y los veranos estúpidos.
Besos.

A través del espejo dijo...

Quizás no pueda estar más lejos de lo que te haya ido inspirando, pero yo no he dejado de imaginarme a Amélie Pulain paseando absorta por las calles de Montmartre, con la mirada clavada en los adoquines mojados, mientras la voz en off del poeta de Les Deux Moulins recita lánguido algunos versos de Ángel González.
En fin.

Sofía B. dijo...

6 En invierno los pies y manos se quedan fríos y es una buena excusa (igual que en cualquier época) para acercarlos a otro cuerpo... Tal vez después de todo Ángel González no decía la verdad completa.

Besos

ixilik dijo...

Aun así, el amor en verano vive de hoteles , sin un punto fijo. En invierno los encontraras, el domingo a la mañana, en la cama de los amantes, deseando que el tiempo se congele

Cris dijo...

Totalmente de acuerdo. En invierno, o tienes una buena casa con calefacción central y una pareja lo suficientemente formal para pasar el día en casa pero que todavía no haya llegado a aburrirte, o el mundo estorba.

Besos.

Miss Morpheus dijo...

El amor no entiende de estaciones. Para el amor el frío no es enemigo; de hecho, no hay amor frio porque entonces ya no hablaríamos de amor... Y las notas a pie de página siempre son un perfecto refugio para aquellos, que disfrutando del camino, no temen perder el tiempo asomándose a cualquier esquina.

Un beso.

 
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