Out
La tenista le dio de revés y pegó uno de esos gritos que
pegaba, aunque en esta ocasión más fuerte. Tanto, que la pelota se desintegró y
también ella misma, pero como a nadie le caía bien, pues a nadie le dio pena.
Sólo nos quedó la duda de si la rival ganaba por abandono
o por desintegración, y si eso era así, qué es lo que podría implicar en ese
torneo, por si se podía sentar algún tipo de precedente. Todos miramos al juez
de silla. Parecía un poco confundido. Seguramente aquella situación no figuraba
descrita en el reglamento y, claro, eso suponía un gran contratiempo. Bajó de
la silla y se dirigió a los restos de la tenista desintegrada.
Los miró detenidamente. Luego hizo un gesto con la mano y
dijo
Out.
1 comentario:
Glups! Es que hay veces en los que resulta más fácil encajar los golpes que darlos.
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